San Valentín es lo que tiene. Es de esas fiestas que tenemos en el calendario, y que nos gustan y disgustan a partes iguales. O somos muy de celebrarlo, o lo aborrecemos en extremos. Es más, con San Valentín, en muchas ocasiones, pasamos por temporadas y hay años que nos apetece hacer algo especial y celebrarlo y otros en con solo oír el tema, nos dan ganas de salir corriendo.
De cualquier manera, si tenemos pareja y seamos más o menos fans de la fecha señalada, lo cierto es que acabamos siempre picando y haciendo un guiño a esa persona que nos acompaña. A veces, una simple nota, o una canción que suena, o un detalle pequeño, son suficientes... De eso va el post de hoy, de cosas sencillas con las que sacar una sonrisa (y sin dejarnos muchos euros). Porque la intención es lo que cuenta, ¿no es así?
Los dulces
Una opción perfecta para hacer un detalle chulo en San Valentín, sin gastar demasiado y que de verdad que transmite mucho mimo, son los dulces caseros. Que tu pareja se pase toda la tarde cacharreando en la cocina para hacer unas galletas ricas a la par que con mensaje amoroso,no tiene comparación, ¿no os parece?
Espumosos que no falten
A veces es tan sencillo como llevar una botella de vino, preparar una cena sencilla, tener un cava para el final... Después de una jornada de trabajo, en la que solo tenemos ganas de desconectar, el que llegues a casa y te pongan una copa de vino y los niños estén en la cama, son pequeños grandes detalles que no cuestan dinero, pero nos devuelven la sonrisa.
Las flores
Las flores son el clásico que siempre está de moda en San Valentín. Es el detalle que siempre saca una sonrisa y que nos encanta ver sobre una mesa. Sin embargo, también es de los que cuestan dineron y duran poco, así que muchas preferimos un ramo de margaritas (que tienen el mismo efecto) y escaparnos al cine cualquier otro día. Flores sí, pero sin que supongan un gasto enorme.
Comida que habla por si sola
Al ver estas brochetas de fresas, la verdad es que me he emocionado. Son para cocineros principiantes y tienen una pinta buenísima. Que te rompan la rutina con algo así, bien merece una sonrisa. El detalle cuenta y mucho.
Si además, queremos mandar algún mensaje en un dulce, nada mejor que todas las variantes de galletas que hay ahora mismo en las pastelerías. Auténticas monadas que luego nos da "pena" comernos y que quedan de lo más decorativas, ¿verdad?
Este San Valentín, ni se te ocurra aparecer con un ramo de flores (tampoco con un peluche, los odian). Si tu idea era presentarte ante tu chica sin nada (porque a ti no te van esos inventos del consumismo) o se te había olvidado (que todo puede pasar) esta fecha tan señalada, entonces sí, compra un ramo de última hora; aunque si eres precavido, hay infinidad de regalos mucho mejores y que dejarían pocho a ese amasijo de flores que se te ha “ocurrido” comprar en el último momento.
